Esto no es
un texto científico sobre epidemiología. Es simplemente el recorrido a través de cuatro trabajos
periodísticos, tomados de medios suficientemente serios, progresistas, para empezar a pensar el debate epidemiológico que se viene. Una lectura orientativa que
quiero compartir. El famoso pasillo que habremos de recorrer hasta salir fuera
del túnel y sobre lo que nos espera ahí “afuera”. Es producto de mi lectura,
alternando citas directas con comentarios. En todo caso están los links
directos a los art. originales.
Intro.: Qué es la inmunidad de rebaño
/grupo/colectiva? https://es.wikipedia.org/wiki/Inmunidad_de_grupo
“La
inmunidad de grupo (o inmunidad colectiva) describe un tipo de inmunidad que se
produce cuando al vacunar a una parte de la población y también por personas
que son inmunes por contagio previo se proporciona protección indirecta a los
individuos no vacunados. En las enfermedades que se transmiten de persona a
persona, es más difícil mantener una cadena de infección cuando una gran parte
de la población es inmune. Cuanta mayor es la proporción de individuos inmunes,
menor es la probabilidad de que una persona susceptible entre en contacto con
un individuo infectado.
La
vacunación actúa como una especie de cortafuegos para la diseminación de la
enfermedad, ralentizando o evitando la transmisión de la enfermedad a otros
individuos. Los individuos no vacunados quedan protegidos de manera indirecta
por los individuos vacunados, ya que estos últimos no contraerán la enfermedad
de individuos infectados ni la transmitirán a los susceptibles. De esta manera,
se puede asumir una política de salud pública de inmunidad de grupo para
reducir la difusión de una enfermedad y proporcionar un nivel de protección a
un subgrupo vulnerable y no vacunado. Ya que sólo se puede dejar a una pequeña
parte de la población sin vacunar para que este método sea efectivo, se
considera apropiado dejar sin vacunar a los que no pueden recibir vacunas, bien
por una condición médica como una inmunodeficiencia o para los receptores de
trasplantes.”
a) Sobre la pregunta: Hasta cuando la
pandemia y su cuarentena / restricciones movimientos / distanciamiento físico?https://www.washingtonpost.com/business/when-and-how-does-the-coronavirus-pandemic-end/2020/04/03/6b313200-75cf-11ea-ad9b-254ec99993bc_story.html
La
respuesta depende de varias cosas, p. ej., de
si una persona se puede contagiar más de una vez, de cuando habrá una
vacuna, de los costo-beneficios socio-económicos que cada país se puede
permitir con un parate prolongado.
Cuándo
termina? La respuesta científica / sanitaria es: cuando se haya alcanzado la
inmunidad colectiva o de grupo, también denominada de “rebaño” Acá se puede
llegar de dos maneras:
- A través de una vacuna
- A través de la exposición de la
sociedad al agente patógeno
Mientras tanto qué se puede hacer?
Una primera
medida fue cerrar los colegios, comercios, restringir las salidas, el
transporte, etc. Estas primeras medidas epidemiológicas más que nada estaban
destinadas a ganar tiempo y evitar el colapso del sistema de atención médica.
En una siguiente fase, estas medidas de confinamiento podrán paulatinamente
relajarse. Y es a este punto
donde nos estamos empezando a acercar en occidente.
Y después
qué?
Acá hay distintos modelos, que en definitiva descansan en decisiones bio-políticas,
e. d decisiones basadas en los expertos, pero también hay un costado político
que descansa en la idiosincrasia, el factor “c” diría Lacan, de cada país.
Es en este
nivel donde se abre la necesidad de testear a la población. Hay básicamente dos
tipos de test que a su vez conllevan de alguna manera a dos diferentes
bio-políticas: testear la presencia del virus o testar la inmunidad. En el
primer caso tendremos contagiados “activos”. En el segundo “contagiados
curados”; se trata de un test “serológico” de sangre o mucosas que permite
identificar la presencia de anticuerpos, e.d. elementos de defensa fabricadas
por el cuerpo tras haber reconocido la presencia del virus.
Qué hacer
con unos y otros abre una serie de opciones, ninguna demasiado feliz para la
subjetividad: “Arcas de Noe” para los “infectados” capaces de seguir seguir
contagiando, o bien extender “Carnets (!) o certificados de inmunidad para los
que hayan adquirido cierta inmunidad. (Las resonancias históricas, racistas,
clasistas, de este carnet u otro tipo de símbolo ostensible son pueden ser lamentablemente aprovechadas políticamente por algunos sectores de la sociedad como una manera de oponerse a los gobiernos más sensibles a los cuidados sociales y humanitarios).
Como la
vacuna parece que va a demorarse entre 12 y 18 meses como mínimo ya vamos
viendo hacia donde va a tender la política pública apoyada por una población
impaciente de liberarse del confinamiento.
Aflojar las
medidas restrictivas aceleraría el camino hacia una inmunidad de rebaño pero a
un costo de mayor cantidad de enfermos y víctimas fatales.
Hay alguna
tercera solución? Si tenemos suerte, los próximos veranos en los respectivos
hemisferios se encargarán de hacer desaparecer el virus. Pero claro, es una
apuesta a la pura esperanza.
b) Sobre los tests serológicos
(detectan anticuerpos inmunológicos y no el virus)
El test de
inmunidad adquirida es un test de sangre o de las mucosas respiratorias. El
gobierno norteamericano recientemente también aludió a la posibilidad de
introducir “certificados de inmunidad”- El problema es que los tests de
serología (detectar anticuerpos) no son
todavía perfectos.
Estos tests
deberían estar en condiciones de identificar los tres principales anticuerpos
que se desarrollan contra el COVID-19.
Por otro lado, estos tests son totalmente ineficaces para reconocer
anticuerpos tras las primeras horas de contagio, puesto que todavía no hay
anticuerpos.
Pero a la
vez la detección de anticuerpos NO garantiza la inmunidad de la persona ¿! Y
también esta el problema de los falsos negativos o falsos positivos.
¿Cuánto
dura la inmunidad ? Es otra de tantas preguntas abiertas para este nuevo
virus. No lo sabemos, podemos suponer
que entre 2 y 8 años
c) Hacia una
sociedad de dos clases?
El ministro
Salud UK incluso sugirió que este carnet o pasaporte de inmunidad podía tener
una forma de muñequera o brazalete (¡)
Y más allá
de la aún dudosa fidelidad de estos tests de inmunidad, lo que se perfila en el
horizonte es una sociedad de dos clases!! Los inmunizados que podrán llevar una
vida “normal” y los no-inmunizados que deberán permanecer confinados.
En esta
nota incluso se advierte sobre el riesgo de un mercado secundario y fraudulento
para adquirir estos carnets / brazaletes de inmunidad…
Esto
también puede desencadenar que la gente vaya deliberadamente a contagiarse
echando por tierra todo lo que se logró a través del distanciamiento
físico-social.
d) Cuáles
serían entonces los criterios para re-abrir una ciudad / país?
1. Tener la capacidad de atención
hospitalaria bajo control sin tener que recurrir a estrategias de emergencia
como los mega-hospitales de campaña.
2. Disponibilidad de tests para
detectar los contagiados
3. Asegurase un sistema informático que
permita hacer un seguimiento de los casos confirmados y de las personas con las
que estuvo en contacto. Contar con infraestructura amigable para alojar a los
casos confirmados asintomáticos o síntomas leves.
4. Tener una considerable reducción de
casos nuevos durante al menos 14 días consecutivos.
Pero
algunos expertos sugieren introducir un quinto criterio, a saber los tests
serológicos destinados a detectar las personas que se infectaron y
desarrollaron anticuerpos. Esto llevaría a un criterio de inmunidad colectiva.
En definitiva, introducir este tipo de tests abre una puerta social que no
queda nada claro a dónde ni cómo nos va a conducir. Pero en mi opinión
priorizar este camino se encuentra socio/subjetivamente mucho más cerca de la
Psicología de las Masas por alentar identificaciones recíprocas en torno de un
líder que prometerá cuidar del rebaño.
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