Caminando hacia el norte por la Potsdamer Strasse, un poco
antes de llegar al hoy moderno centro financiero de Potsdamer Platz , y a unos
800 mt. al oeste de la Friedrichstrasse
(por donde pasaba el muro de Berlín), exactamente en el nro. 74, encontramos este simple frente de viviendas
con una casi inadvertida placa recordatoria entre sus ventanas de la planta baja. Un placa de
homenaje a una historia de la que nos ocuparemos hoy.
Ya en un par de posts anteriores procuramos compartir con el
lector diferentes aproximaciones a la historia del psicoanálisis en Alemania. En especial a determinados momentos pues de su
detallado desarrollo diacrónico hay excelentes trabajos disponibles tanto en
alemán como en castellano.
País que supo tener un rol protagónico desde la época de expansión del psicoanálisis
irradiado desde Viena. Dos de las grandes ramas del psicoanálisis
post-freudiano y que se prosiguen hasta la actualidad, tuvieron su gestación en
Alemania, quizás a su vez identificadas en sus desarrollos teóricos con dos
ciudades diferentes.
Por un lado la clínica del objeto que aparece ligada
especialmente a Berlín. Un línea iniciada por Karl Abraham, continuada por
Melanie Klein, Donald Winnicott y de manera fundamental por Jacques Lacan. Un
objeto parcial organizando la pulsión, el inconsciente y su repetición, la
transferencia y tantos otros planos de nuestra actividad en la que operamos con
los tres registros lacanianos de Real, Simbólico e Imaginario. (RSI)
Pero también florece en Alemania el interés (cuya notable insistencia
perdura hasta nuestros días) de aproximar el psicoanálisis al marxismo donde
habríamos de situar a la ciudad de
Frankfurt, cuna de la escuela homónima. Ciudad en la que quizás resonó por
primera vez la idea de una “izquierda freudiana” y que con el tiempo iría
aggiornándose. En definitiva, dos grandes ciudades alemanas, dos grandes
corrientes psicoanalíticas.
Volviendo a Berlín, es esta una ciudad íntimamente ligada a la historia
profesional y personal del propio Freud: le dedicó tres semanas de estadía antes de
regresar a Viena tras su paso por la Salpêtrière y en la que realizó una breve
práctica hospitalaria con casos de
parálisis infantil (1). Fue además ni
más ni menos la ciudad en la que se estableció Wilhelm Fliess, el gran amigo de
Freud, el soporte de la transferencia de Freud como dirá Lacan, por la que hubo varias visitas posteriores a
la ciudad, e incluso Freud en alguna de las cartas a Fliess menciona la
posibilidad de mudarse también a Berlín. Y además es la ciudad en la que Freud,
tramitó parte de su goce, sometiéndose a varias intervenciones quirúrgicas por
su carcinoma palatino.
Pero fue la llegada de Karl Abraham (con el fuerte respaldo
de Freud) lo que sin duda marcó el desembarco del psicoanálisis en Berlín allá
por 1907. Tiempo después, al concluír la
I Guerra Mundial, llegaron muchos más analistas provenientes del derrotado
imperio austro-húngaro y así Berlín se convertiría, como dijo Ernest Jones,
en "el corazón de todo el movimiento psicoanalítico internacional", (2)
Y hablar del psicoanálisis en Berlín es hablar de un doble
movimiento institucional: por un lado el Policlínico Berlín (Poliklinik für
Psychoanalytische Behandlung Nervöser Krankheiten) cuya finalidad fue abrir las puertas del
psicoanálisis a la ciudad y facilitar su accesibilidad al público en
general con honorarios adaptados a las posibilidades de cada uno.
Y además el Instituto Psicoanalítico de Berlín (Berliner
Psychoanalytisches Institut -BPI) cuyo objetivo era formar didácticamente a los
analistas candidatos. Estas dos instituciones convergieron en un edificio cuyas refacciones estuvieron a cargo nada menos que del arq. Ernst Freud (cuarto hijo
de S. Freud). Para la inauguración, promocionada incluso en la
prensa local, el festejo incluyó música con piezas de Beethoven, Chopin,
lectura de poemas de Rilke y una conferencia de Abraham: El surgimiento de la
Poliklinik desde el inconsciente (3).
Ademas de sus fundadores, Karl Abraham, Max Eitington y
Ernst Simmel, se agregan los nombres de la talla de Otto Fenichel, Erich Fromm,
Wilhelm Reich, Franz Alexander, Sándor Radó, Karen
Horney, Siegfried Bernfeld, Paul Federn (cuya lectura,
sumándonos a la opinión de Jacques-Alain
Miller, recomendamos), Theodor Reik,
Melitta Schmideberg, Sabina Spielrein, René Spitz y Melanie
Klein. Incluso Angel Garma, que tanta importancia tuvo posteriormente en la
Argentina, fue uno de sus miembros.
En fin, casi toda la primera generación
de post-freudianos se formaron o pasaron por Berlín.
De esta manera Berlín sirvió de modelo para los institutos de otros
países además de convertirse en un centro “exportador” de analistas.
El instituto y el policlínico se mudaron años después a la
Weichmann Strasse ante la necesidad de ampliar las instalaciones.
Se generaron las primeras grandes discusiones sobre el tiempo
y el dinero como variables del psicoanálisis. Se abrió la atención de niños y
de adultos con dificultades económicas. Se llevaron a cabo detalladas estadísticas
como las informadas por Max Eitington en 1930 con un balance de la experiencia
expresado en cifras: 94 terapeutas en actividad, 1955 consultas, 721
tratamientos psicoanalíticos, entre ellos 363 terminados, con 111 casos
curados, 205 mejorados, y sólo 47 fracasos. (4)
Y en 1933 a toda esta fecunda e intensa actividad
psicoanalítica le llegó la noche. El nacional-socialismo y sus fanáticos
arrasaron con todo lo que tuviera que ver con lo no-ario, extranjerizante, etc.
A la populista quema de libros, la siniestra noche de cristales rotos, siguieron
la persecución, deportación, expropiaciones ilegales, detenciones y
ejecuciones de ciudadanos de origen judío además de los opositores políticos al régimen.
Varios de los analistas ya habían comenzado a emigrar un par
de años antes.
En lo que se refiere al Instituto, los miembros judíos
fueron “invitados a renunciar”. En una
controvertida maniobra de E. Jones como
presidente de la International Psychoanalytical Association se avaló la postura
de obligar a los miembros judíos a renunciar a sus membresías a los fines de
intentar preservar al psicoanálisis en Alemania. Esto sucedió a pesar de una clara expresión dos
años antes de que Freud le escribiera a Jones: Berlin is lost (sic original) (5). Momento crítico
en la historia del Psicoanálisis y sobre el que volvería Lacan al escribir “El análisis aparece así
protegiendo a sus partidarios, por una reducción de los deberes implicados en
el deseo del analista.” (8)
Matthias
Goering, el primo del entonces ministro de propaganda, aprovechó para
apropiarse de los restos de la institución cambiándole el nombre a Instituto
Alemán de Investigación Psicológica y Psicoterapia y rodeandose de colegas
nacionalistas y arios. La institución terminó siendo incendiada por los
soviéticos en 1945.
Para terminar, algunas anécdotas con valor de actos.
Entre
los miembros del BPI se encontraba el Dr. Heinrich Meng que candidateó a Freud
para el Premio Nobel, propuesta que Einstein no firmó - carta de Einstein – Meng
15.02.1928 (6). Esta iniciativa sin embargo tuvo sus efectos para la concesión
del Premio Goethe de literatura otorgado en la ciudad de Frankfurt y que
recibiera Anna Freud en nombre de su padre.
Al momento de la propuesta de E.Jones, hubo un único
analista no-judío que rechazo la estrategia planteada y renunció en solidaridad
con sus colegas de origen judío. Fue el checo Bernhard Kamm quien luego
emigrara a Topeka, EE.UU. a trabajar en la clínica de Menninger.
Cabe mencionar al psicoanalista John Rittmeister quien participó
activamente en el movimiento de resistencia
anti-nacionalista (grupo Rote Kapelle) y
por esta razón fue detenido y ejecutado espantosamente en la guillotina en 1942.
(7)
Bibliografía consultada:
(1) The
Life and work of Sigmund Freud – Ernest Jones- Basic Books Pub. – 1981
(5) The
Complete Correspondence of Sigmund Freud and Ernest Jones, 1908-1939 carta del
23.08.1933- Harvard Univ. Press - 1995
(6) Freud, eine Biographie für unsere Zeit – Peter Gay- Fischer
Verlag 2006
(2) Diccionario
psicoanálisis – entrada “Alemania“, no se indica el nombre del autor, http://goo.gl/VvpfBA
(3) (4)
La Poliklinik de Berlín: innovaciones psicoanalíticas en la Alemania de la
República de Weimar – Elizabeth Ann Danto – APdeBA Revista Psicoanálisis - Vol.
XXIX - Nº 3 - 2007 - pp. 633-659
(8) Proposicición
del 9 de Octubre – Jacques Lacan – Asociación Mundial de Psicoanálisis http://goo.gl/FH6TYr
No hay comentarios.:
Publicar un comentario