De los textos psicoanalíticos
que se pueden ir encontrando en Alemania, se destaca uno de Hermann
Argelander: “Das Erstinterview in der Psychotherapie” (La primera entrevista en
la psicoterapia) que conocí gracias al comentario que hace Horacio Etchegoyen
en sus Fundamentos de la Técnica
Psicoanalítica y que describimos a continuación.
Se trata, según Argelander, de la aplicación de la técnica de la
atención flotante a este particularísimo primer encuentro entre consultante y
analista. Además de los clásicos criterios “objetivos” de recabar información
al modo de la entrevista psiquiátrica clásica ( y que nunca está de más
repasar), Argelander agrega la información subjetiva (ideas,
explicaciones, sentimientos expresados,
primeros esbozos de la novela familiar, etc.) y la información escénica. Es
interesante resaltar que el autor señala la importancia de discriminar la
angustia del paciente de la del analista producida por efecto de la
contratransferencia. La idea de Argelander es proponerse darle forma a la “función
escénica del yo”. Esto, en una vertiente lacaniana, se asemeja a la puesta en
forma del fantasma que se pone en juego gracias a la función del Supuesto Sujeto
Saber. La transferencia ya espera al analista en determinado lugar, y
Argelander, continuando la indicación freudiana de que “el león sólo salta una
vez” recomienda intentar ayudar en su escenificación.
La sutileza clínica del autor para ejemplificar sus desarrollos se ve
ilustrada con interesantes viñetas clínicas. Para Argelander, una simple pero
oportuna pregunta “¿tiene Ud. hermanos?” puede ya tener cierto valor de
interpretación organizativa. Actualmente podemos pensarlo como cierto
movimiento estratégico conducente a organizar la escena fantasmática que da soporte
al deseo; operar cierto anudamiento que ofrezca sostén a las posteriores entrevistas preliminares
a la entrada en análisis.
Y como bien lo señala nuestra colega Ruth S. Neumeister, Argelander
extrae al máximo las consecuencias de lo que él considera el modelo de primera entrevista en la historia del psicoanálisis,
a saber la que describe Freud en el caso de la jóven Katharina (1892) y sobre
la que el propio Freud sigue pensando treinta años más tarde cuando agrega la
nota al pie de página en los Estudios sobre la Histeria.
Según Etchegoyen ha habido una traducción (inédita) del texto de
Argelander al castellano por parte del escritor peruano José B. Adolph. Por lo
que he podido ver aún no ha sido publicada y esperamos que esto ocurra pronto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario