Berlin, Dec. 2024, posted by Claudio Steinmeyer
El 17/12 celebraremos en Berlin el primer año de nuestra asamblea solidaria con Argentina. Y lo haremos con la proyección de una gran película argentina cuyo título es Puan.
Abrimos así un ciclo de cine que proseguirá el año próximo, buscando mostar siempre películas argentinas no sólo para mantener viva la memoria de nuestra historia, sino que también sirvan de soporte metafórico para entender, pensar el dramático presente social, político y económico.
En el caso de Puan, vamos a abordar el tema de la enseñanza pública y en particular la educación pública universitaria.
En ese sentido la Argentina ha sido un ejemplo casi único. Es uno de los pocos países latinoamericanos que ofrece educación universitaria libre y sin costo.
En esto se parece un poco al caso de Alemania, el cual de hecho es muy particular dentro del paisaje europeo en lo que respecta a la educación superior gratuita. La diferencia con Argentina estaría quizás un poco puesta en sentido de la igualdad de oportunidades.
Porque en Alemania, si bien el acceso a la universidad no tiene mayores costos, es solo accesible a partir de un largo proceso de filtrado que se inicia incluso podríamos decir en el jardín de infantes con un sistema de mérito basado en las notas. Serán muy pocos los que puedan acceder al nivel universitario y especialmente para determinadas carreras. Hay algunas más imposibles que otras, por ejemplo, para estudiar psicología, por lo menos en Berlín, se necesita un promedio de nota 10, mientras que en Argentina por ahí lo que más se necesita para estudiar psicología son las ganas y el deseo de estudiar psicología. Creo que se capta la diferencia, verdad?
Volviendo al caso de Argentina, la educación universitaria gratuita y pública fue introducida hace 75 años por uno de los gobiernos de mayor justicia social que tuvo la Argentina que fue el peronismo. De esta manera se aseguraba la oportunidad de ingresar a una carrera universitaria y así promover la movilidad social, lo que permitió crear y sostener una clase media también casi única en el ámbito latinoamericano. De ahí vino la famosa expresión de la calle, “mi hijo el doctor” como una aspiración de los padres de extracción trabajadora y humilde pero cuyos hijos pudieran formarse profesionalmente. La Universidad pública y gratuita de Argentina ayudó a formar no solo grandes cuadros políticos, muchos de los cuales serían luego presidentes, legisladores o jueces, sino también el estudiantado comenzó a ser un actor clave, un protagonista, de las grandes movilizaciones políticas.
Actualmente la enseñanza universitaria se encuentra amenazada de desaparecer y cada día su paulatina desfinanciación avanza destructivamente por parte del gobierno argentino. La razón oficial es evitar el déficit fiscal que es el caballito de batalla de este gobierno. La otra razón no dicha pero siempre presente en los gobiernos de derecha, es no promover una ciudadanía con recursos intelectuales desarrollados, es siempre mejor conducir un pueblo ignorante.
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Pero tampoco habría que desestimar las razones de mercado impuestas por los nuevos amantes del gobierno. Como se vio durante la pandemia las grandes universidades norteamericanas con todos sus famosos nombres como Harvard, Stanford, Yale, ofrecieron cursos accesibles online, muchos de bajo coste e incluso algunos sin cargo. Yo mismo hice un par de cursos sobre literatura norteamericana, incluso con la duración de un master. Asi se pudo conocer a estas legendarias casas de estudio desde adentro y comprobar que tan brillantes y excelentes no son. Y sobre todo que no valen 50.000 USD al año.
Esto introdujo una suerte de benchmarking (calidad pedagógica comparada) donde se pudo apreciar una educación de alto nivel en Argentina y a un costo infinitamente menor. Esto seguramente a más de un propietario de Universidad extranjera le empezó a inquietar. También se puede ver en Alemania: el egresado promedio de Argentina tiene una capacidad creativa y de pensamiento lateral para solucionar problemas imprevistos y cultura general en promedio mucho más desarrollado que los estudiantes de los países centrales. Yo mismo escuché en una reunión científica en Berlín a un directivo de biotecnología decir que cuando en el laboratorio de Alemania se encuentran con un problema de difícil solución dicen “nos buscamos a un argentino para solucionarlo y ya está”.
Por todo esto esperamos disfruten de la película “Puan”, que si bien tiene su argumento central basado en un conflicto entre profesores, muestra bastante bien la faceta educativa universitaria de Argentina en su dimensión colectiva y social.
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